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Telefonica y RSC

Telefónica de España y su cuestionado modelo de Responsabilidad Social Corporativa

Por un lado, precariedad laboral y despidos “LOW-COST” a empleados con bajas médicas; por otro lado, incrementos desorbitados a los altos directivos, y contrataciones a ex personalidades del ámbito político investigadas por supuesta estafa y malversación de fondos públicos.

RSCivil hizo llegar a la Oficina del Pacto Mundial de Naciones Unidas un escrito que denuncia las prácticas de Telefónica de España. El Pacto Mundial es una iniciativa voluntaria internacional creada por Naciones Unidas con el fin de contribuir a un modelo más justo de desarrollo económico y social. Su función es la de promover y medir la adecuación de las empresas adherentes, entre ellas Telefónica de España, a diez principios universales en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción.




Precarización del empleo
El informe denuncia, en primer lugar, la precariedad de las condiciones laborales del personal técnico subcontratado (quienes hacen posible que se lleve a cabo la actividad principal de la compañía). Mediante sucesivos expedientes de regulación de empleo (EREs), la empresa ha ido desvinculando desde su privatización en los años 90 a más de 50.000 trabajadores, que han sido reemplazados por personal tercerizado a través de una amplia red de empresas contratadas y subcontratadas. El resultado: trabajo a destajo, contratos basura, remuneraciones arbitrarias y paupérrimas, descansos y vacaciones no regulados, condiciones precarias de seguridad, la lista es larga. De acuerdo con la iniciativa Pacto Mundial, las empresas deberían velar por que los derechos laborales se cumplieran en toda la cadena de suministros, pero en Telefónica esto no ocurre. Y lo especialmente grave es que, a la vez que se precarizan las condiciones laborales de los empleados técnicos (que ganan la tercera parte de lo que gana un técnico de plantilla), las remuneraciones de los altos directivos y los dividendos a los accionistas se multiplican: los ingresos del actual Presidente de Telefónica de España, César Alierta, se han triplicado en los últimos años: pasando de €2,3 millones en 2002 a €7,4 millones en 2012 (en 2010 llegó a cuadruplicarlo, alcanzando los €8,6 millones). César Alierta gana 500 VECES MÁS que un técnico subcontratado.

Contratación de personas investigadas por supuesta estafa y malversación de fondos públicos

RSCivil cuestiona también en su informe la contratación por parte de Telefónica de ex personalidades del ámbito político investigadas por la Justicia, entre otros cargos, por fraude y malversación de fondos públicos. Según Naciones Unidas, las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, y contratar a Rodrigo Rato y renovar la contratación Iñaqui Urdangarín (quien finalmente renunció y cobró una indemnización millonaria) van claramente en sentido contrario. Recordemos que en 2011, siendo Rodrigo Rato presidente de Bankia, la entidad anunció un beneficio de €309 millones; sin embargo, después de la renuncia de Rato, las cuentas de Bankia del citado año fueron reformuladas arrojando unas pérdidas de casi  €3.000 millones. RSCivil considera esta contratación un agravio a la sociedad española  especialmente por la supuesta vinculación del Sr. Rato con el hundimiento de Bankia y la presunta estafa de las preferentes. Como dato adicional, Rodrigo Rato fue antiguamente ministro del gobierno y participó en la privatización  de Telefónica en los años noventa, dato que es percibido por la opinión pública como un caso más de “puerta giratoria” (como se denomina comúnmente a la práctica de pasar del gobierno a empresas privatizadas).

Despidos por bajas médicas

No siendo suficiente con los EREs, Telefónica de España ha ejecutado despidos a trabajadores de plantilla argumentando en la carta de despido: “las reiteradas ausencias aun justificadas (bajas médicas) a su puesto de trabajo hacen que su prestación de servicios no resulte rentable.
Las últimas reformas a la legislación laboral española permiten que, quien vea disminuido su nivel de productividad por no gozar de buena salud, pueda ser despedido con una indemnización mínima (despido objetivo). Ni siquiera son necesarias instancias previas, como establecer un tribunal médico si se sospecha de fraude en las bajas. Tanto Naciones Unidas como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establecen que “la ausencia temporal del trabajo por motivo de enfermedad o lesión no deberá constituir una causa de terminación de la relación de trabajo” con el fin de garantizar el ejercicio del derecho fundamental a la protección de la salud frente a represalias por parte del empleador.
En marzo de 2013 se presentó una reclamación ante la OIT contra este artículo de la reforma laboral y se está a la espera de una resolución. Mientras tanto, los despidos por bajas médicas se siguen produciendo, incluso en empresas con beneficios millonarios (el año anterior a los despidos, Telefónica obtuvo beneficios récord de €10.072 millones). Pero lo más agraviante según el informe es que Telefónica, a la vez que ha pretendido realizar despidos “baratos” a empleados que enferman, blinda indemnizaciones millonarias a sus altos directivos: el ex consejero delegado de Telefónica, Julio Linares,dimitió y cobró 24,7 millones; el blindaje del presidente de Telefónica, CésarAlierta, es de 27,6 millones de euros en caso de destituirle. Existen en la organización diez beneficiarios de cláusulas de blindaje, autorizadas por el Consejo de Administración.
RSCivil considera que en los casos de despidos por bajas médicas justificadas, se incumplen los tres pilares rectores del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: el deber estatal de proteger los Derechos Humanos, la obligación empresarial de respetarlos y la promoción de mecanismos para reparar las violaciones de los mismos. Telefónica está lejos de reparar el daño. Parte de la plantilla e importantes activistas sociales como TeresaForcades y Arcadi Oliveres apoyan la plataforma por la readmisión de los trabajadores despedidos por aplicación del artículo 52d y claman por la eliminación de este polémico artículo de la legislación laboral española (lee nuestra opinión sobre el artículo 52d).

La responsabilidad de los ciudadanos como consumidores

El objetivo del colectivo RSCivil es “que la Responsabilidad Social Corporativa deje de ser una mera declaración de buenas intenciones para que se convierta en una herramienta de reconocimiento público capaz de repercutir en las decisiones de los ciudadanos como consumidores” y cuestionan el hecho de que una empresa que realiza estas prácticas pueda ostentar el logo del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Por su parte, la oficina del Pacto Mundial ha intentado propiciar una respuesta por parte de la empresa pero, paradójicamente, el gigante experto de las telecomunicaciones permanece en silencio.

¿Qué podemos hacer como consumidores?

Las herramientas con las que contamos son 1) Tomar conciencia y difundir. Da a conocer el caso a la mayor cantidad de gente posible, puedes compartir esta página en las redes sociales, comentarlo y debatirlo con tus relaciones: amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. 2) Actuar. Tanto si eres cliente o usuario de Telefónia Movistar como si no lo eres, hazle saber a la compañía que no crees en sus informes de Responsabilidad Social Corporativa ni en su código ético firmando esta carta que recibirá el Sr. Alberto Andreu (Director Global de Reputación y Responsabilidad Corporativas). 








Lee también: 
Brecha Social
El artículo 52d

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